República autónoma a partir del siglo 14, y rival de Venecia durante 500 años, como uno de los centros del comercio marítimo más importante, influyó mucho en la historia europea.
La ciudad que se hizo famosa gracias a sus gobernantes, todavía se siente igualmente orgullosa, guardando su legado cultural, por el cual sigue siendo la cuna de la cultura de la región.
Dubrovnik y su casco viejo esconden un tesoro grande del Adriático, comparable a Venecia. Iglesias, museos y claustros numerosos, como también las murallas impresionantes, les hacen orgullosos a sus habitantes, quienes saben gozar de la vida, así que en primer lugar ésta siempre ha sido una ciudad adriática.